AWE presenta función de Lucha Libre @ Salón Casablanca
El sábado 19 de octubre, la American Wrestling Enterteinment (AWE) llevó por primera vez una función de Lucha Libre al emblemático Salón Casablanca en Ensenada. Un espacio comúnmente reservado a eventos de otra índole, esa noche recibió a un público diferente y a luchadores de trayectoria.
En punto de las 9:00 p.m. dio inicio la primera lucha del cartel. Pactada a tres caídas, salieron del vestidor Thor y Rojo, técnico y rudo respectivamente. Un duelo entre luchadores locales. El primero en tomar control de las acciones fue el técnico, consiguiendo el triunfo de la primera caída. Pero rápidamente Rojo lograría emparejar la contienda llevando al técnico a la cuenta de tres. En el episodio final, Thor logró desplegar sus mejores movimientos: llaves, puentes olímpicos y finalmente una plancha desde el poste logrando imponerse sobre su rival y consiguiendo la victoria de la lucha.
La segunda lucha estuvo integrada por Metalick Boy y por parte del bando rudo Zirax. El inicio de la contienda fue bien aprovechado por el técnico. Ayudado de un suplex y una plancha desde el poste logró sumar a su cuenta la primera caída. Sin embargo el técnico no pudo contener los embates de su oponente. Zirax ejecuta una buena llave consiguiendo la rendición y la victoria de la segunda caída. En el desenlace, el técnico supo reaccionar y aprovechar los descuidos de su rival; y mediante una plancha consiguió poner en espaldas planas a Zirax y llevarlo a la cuenta de tres, haciéndose de la victoria de la lucha.
La siguiente lucha se conformó por la pareja técnica Onix y Rey Diamante y representando al bando de los rudos la pareja Shamú y Rojo. Primeramente Onix se enfrentó a Rojo llevando a cabo un buen duelo de llaves y contrallaves. Después Shamú contra Rey Diamante, este último logró sacar provecho de su velocidad e imponerse sobre su rival aplicando una «rana»; Onix haría lo mismo sobre Rojo llevando simultáneamente a la cuenta de tres a los rudos.
En el episodio siguiente los rudos lograron imponerse. Un tope suicida fallido de Rey Diamante sobre Rojo lo trajo a menos, resintiendo el impacto toda la lucha. Los rudos no mostraron piedad y con una doble plancha simultánea consiguieron emparejar la contienda. En la caída definitiva la mayoría de las acciones se llevaron fuera del ring. El enfrentamiento con más intensidad fue el protagonizado por Shamú y Rey Diamante, en donde el técnico se vio a merced del rudo. Momentos después, ya sobre el ring Shamú despoja de su máscara a Rey Diamante, siendo sancionado con la descalificación por el referee. Los técnicos obtuvieron la victoria.
Momentos después la lucha estelar de la noche daría comienzo. Del área de vestidores salieron Halloween, Damián 666 y Bestia 666 representando a La Familia de Tijuana. Y para conformar la tercia técnica rival subieron al ring Hijo de El Supremo, Hijo de Lizmark y Milo Galant. La Familia de Tijuana se impuso desde el inicio, una tercia técnica que no pudo contener los embates rivales, terminando de espaldas a la lona y escuchando la cuenta de tres.
En la segunda caída los técnicos lograron recuperarse y corregir el rumbo de las acciones a su favor. Supieron aprovechar los descuidos de La Familia de Tijuana y cada uno de éstos fue llevado a la cuenta de tres, logrando igualar el número de caídas por bando. En la caída decisiva la tercia técnica sacó ventaja de su buen momento y después de varias acciones fuera del ring y cerca de la primera fila de aficionados se impusieron a los rudos. Milo Galant logró ejecutar una «rana» de la que no pudo librarse Damián 666, después el Hijo de El Supremo realizó un tope suicida sobre Bestia 666, dejándolo fuera de combate y el Hijo de Lizmark hizo una plancha sobre Halloween consiguiendo la cuenta de tres. Y de esta forma conseguir la victoria de la lucha.
A pesar de haber sufrido el cartel algunos cambios importantes, la función consiguió emocionar y hacer disfrutar a los aficionados de un buen espectáculo. Sabemos que aún hay mucho camino por recorrer para lograr que Ensenada sea una plaza consolidada y atractiva. Sin embargo, el interés en la lucha está regresando. Los aficionados tenemos que aprender a apoyar funciones diversas y no sólo las de carteles rimbombantes. Pero la afición también quiere tener la certeza de que lo que verá en el cuadrilátero equivaldrá a su pago en taquilla. El espectáculo sobre el ring tiene que estar a la altura de las expectativas. Luchadores y afición tienen que corresponderse. No hay que olvidar que la lucha la hacemos todos.
Visita la galería completa aquí | Fotografías por Laura Jordan.
